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LECTURA 3

  • Foto del escritor: Liz Hernandez Ortega
    Liz Hernandez Ortega
  • 22 feb 2019
  • 2 Min. de lectura

Los adolescentes como prioridad

Susana Sottoli

(Representante de UNICEF México)

Están en la segunda década de su vida, han dejado de ser niños, pero aún no son adultos. Sin

embargo, ya tienen ante sí un sinnúmero de desafíos que van a impactar profundamente sus

trayectorias de vida: el vertiginoso proceso de globalización e innovación tecnológica, las crisis

financieras, los efectos del cambio climático, las fluctuaciones del mercado de trabajo, entre otros. Se

trata de los 1,200 millones de adolescentes de 10 a 19 años de edad que en 2009 registraban los

censos a nivel mundial. Ellos representan el 18% de la población global.

UNICEF dedica en este año su informe sobre el Estado Mundial de la Infancia a las y los

adolescentes, por ser actores de un presente y un futuro lleno de retos.

Las decisiones tomadas durante la adolescencia pueden ser determinantes para toda la vida. Al

tratarse de una etapa de formación ofrece asimismo una oportunidad valiosa para cimentar valores

sociales democráticos, solidarios, de equidad y justicia.

Ser adolescente implica también una condición de vulnerabilidad asociada a la pobreza, la falta de

oportunidades, la ausencia de redes de apoyo y de entornos protectores que garanticen un desarrollo

en igualdad de oportunidades.

Por no ser un grupo homogéneo, los adolescentes que viven en situación de pobreza o marginalidad

tienen menos probabilidades de avanzar de la educación primaria a la secundaria y corren mayor

riesgo de ser objeto de explotación, abuso y violencia, especialmente si se trata de niñas.

Un adolescente nacido en una comunidad indígena de Oaxaca que asiste a una telesecundaria no

tiene las mismas oportunidades que un adolescente de escuela privada de las delegaciones más

pudientes de la ciudad de México. En esta diversidad, la inversión social de un país —del Estado y de

la sociedad— es una herramienta clave para igualar oportunidades y ofrecer opciones de vida

amplias y productivas. Todos los y las adolescentes tienen los mismos derechos y es obligatorio

instrumentar los mecanismos para garantizarlos.

Para que los adolescentes puedan vivir esta etapa de su vida de manera plena y positiva, y construir

su presente y su futuro en un contexto de oportunidades, es fundamental realizar inversiones

oportunas y estratégicas.

Invertir en los adolescentes es la manera más efectiva de consolidar los importantes logros que se

han registrado en todo el mundo desde 1990, en aspectos como la reducción del 33% en la tasa

mundial de la mortalidad de niños menores de cinco años, la eliminación casi total de la disparidad

entre los géneros en la matriculación en la escuela primaria en varias regiones en desarrollo, entre

otros avances. Dicho de otro modo, no destinar a los adolescentes la atención y los recursos

necesarios podría invalidar o revertir en la segunda década de la vida los logros alcanzados en la

primera.

La inversión necesaria no es sólo financiera. Inversión significa asimismo tiempo, esfuerzo, empatía y

cuidado para poder sintonizar con una generación que refleja y desafía las contradicciones de la

sociedad adulta. Abordar este desafío es imprescindible para ampliar las oportunidades de los y las

adolescentes, y con ellos, de toda la sociedad.

Recuperado el 23 de marzo de 2011, de http://www.eluniversal.com.mx/editoriales/51829.html (adaptación

 
 
 

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